miércoles, 7 de agosto de 2013

Pequeña introducción

Aún no llevo mucho con mi dueño y casi no me había sacado de casa para darme uso. Supongo que sería por el invierno que hemos tenido. Me debe tener cariño y no quería que me mojase y me estropease. Aún así cada vez que podía me sacaba a dar un paseo fuera de la mochila. Porque he de decir que, aunque sea dentro de mi pequeña y mullida casa que el llama mochila, siempre me lleva con él. Según el es por si se encuentra un burro comiéndose a un oso... ¡Que tontería!

Bueno haré un pequeño repaso de los lugares en que he acompañado fielmente a mi dueño. ¡Me ha hecho hacer de todo!

Me empezó a usar para sus trabajos de clase. Retratos, flashes y... ¡bolsas de basura!




Luego ya empezó a llevarme también a pueblos con su encanto que le gustan a él...



Y después empezó a llevarme a pueblos y lugares abandonados...




En definitiva, la primera impresión que me dio mi dueño fue que era un tipo raro pero no me trataba mal a pesar de ello. Pero aún no sabía la guerra que me iba a dar en verano...

No hay comentarios:

Publicar un comentario